El sector de lujo se va de Hong Kong

 

ISMAEL ARANA – Hong Kong

Hasta hace unos unos meses, el visitante novato que recorría las calles más comerciales de Hong Kong se sorprendía al encontrarse con grupos de turistas chinos haciendo cola a las puertas de tiendas tan exclusivas como Gucci, Louis Vuitton o Rolex, unos locales de los que no era extraño ver salir a un comprador cargado hasta los topes con bolsas de diferentes marcas de lujo.

Ahora, lejos parecen haber quedado aquellos boyantes días de oro para el sector de la alta gama en la ciudad, y el cambio de tendencias de los compradores de la China continental está provocando el reajuste de un mercado que busca adaptarse a la nueva situación.

No en vano, los chinos son uno de los principales puntales del sector. Según un informe de Bain&Co, sus adquisiciones supondrán este año más del 30% del total de ventas de los productos de lujo a nivel mundial, y se calcula que un 80% de ellas son compras que realizan en el exterior.

«Sus pautas de consumo están cambiando», declaró la coautora del estudo Federica Levato. «Ahora gastan poco en destinos tradicionales como Hong Kong y Macao, y están gravitando hacia nuevos lugares como Europa, Corea del Sur o Japón para beneficiarse de las fluctuaciones monetarias». Como si de un «farol que se apaga» (como se las describe el informe) se tratara, las otrora atrayentes ex colonias del sur de China podrían llegar a registrar una caída de hasta el 25% en las ventas de bienes de lujo este año, todo un varapalo al sector.

Tommy Tse Tat-fung, director ejecutivo de TSL Joyería, enumeró al diario Morning Post otras razones que justifican esta bajada en la demanda que padece Hong Kong. Entre las más destacadas, la campaña anti corrupción emprendida por Pekín (y que disuade a muchos de realizar gastos ostentosos en territorio chino), un yuan más débil, mayores facilidades para hacerse con visas a otros destinos y la presunción por parte de los chinos del continente de que van a ser recibidos con antipatía, un sentimiento que las protestas de Occupy Central exacerbaron. «Nos centraremos en los mercados del Sureste asiático en el futuro, el negocio en Hong Kong ya no es tan prometedor como antes» declaró.

Este cambio de tendencias en la que era una de las capitales del lujo mundial está mutando la geografía comercial de la ciudad. Antes, la calle Russell del exclusivo distrito de Causeway Bay se jactaba de tener los alquileres comerciales más caros del mundo. Sin embargo, hace un año fue desbancada de su privilegiado primer puesto por la Quinta Avenida de Nueva York, y día a día sufre una transformación mayor.

Los locales ocupados hace poco por marcas de primera línea como Coach, Cartier o Jaeger-LeCoultre han sido reemplazadas por otras más populares como Adidas o la tienda de cosméticos Bonjour, y cada día son más las joyerías o tiendas de ropa de alta gama las que dejan un hueco para minoristas de nivel medio. Esto no significa que las marcas de lujo abandonen la ciudad, pero muchas se están instalando en centros comerciales en los que las rentas son menores y más fáciles de abonar.

Los expertos auguran un cambio sustancial en la ciudad. Como pronosticó a Bloomberg Helen Mak, directora senior de Colliers, el alto nivel de servicios de Hong Kong continuará atrayendo turistas en el futuro, pero estos lo haránbuscando una experiencia de compras diferente. «En el pasado, cuatro de cada cinco tiendas en Hong Kong vendían Rolex. En el futuro, el turista esperará ver una mayor variedad de comercios en la ciudad».